El papel y el cartón son productos que por su naturaleza pueden ser reciclados y reciclables, es decir que la materia prima con de la que están hechos puede ser utilizada constantemente, aunque la fibra de celulosa se degrada en cada vuelta es posible reciclar este material hasta por siete veces contribuyendo a un ahorro de energía, agua, tiempo y dinero.
Se calcula que por cada tonelada de papel que se recicla se salvan alrededor de 16 árboles, además de un ahorro de 28 mil litros de agua.
Aunque el papel es biodegradable la rapidez en que se degrada dependerá de la composición química del papel, de su cubierta y de las condiciones climatológicas. |